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Los libros del abuelo " Prosa"
Y fue Don Justo un hombre muy querido en el pueblo
siempre atento y cortes, un completo caballero,
para sus hijos buen padre, nunca queja conocieron
entre papeles decía se pasaba, trajinando sin reniegos,
Ya se termino su tiempo, con Dios descansa en los cielos
Hoy se reúnen los hijos, para los tramites herederos,
se habrá de vender la hacienda, dice su hijo el pequeño
y repiten los hermanos, si ay que vender venderemos.
Se rencuentran en la casa que tanto tiempo no vieron,
y se reparten tareas para recoger los objetos, los recuerdos.
Tantas cosas hermosas y decían relatando, dejaron los abuelos
y los nietos le miraban con gran asombro, “Perplejos”.
Buscando en lo no permitido hallaron el rincón del abuelo
un lugar donde la luz era la vela de cirio viejo.
Esa que por las noches y la prendía el abuelo
con sus manos temblorosas y repetían los nietos.
Y sobre la mesa de estudio había un estante repleto
De libros muy bien cuidados que los bajaron al completo.
Eran relatos hermosos, sobre las historias del pueblo.
De aquellas tantas gentes que su cariño les dieron.
Hablaba de cada uno desde el detalle más pequeño.
Se adentraron en la lectura sin darse cuenta del tiempo.
Y disfrutando al completo de tantos relatos buenos.
Fueron llenando su día de la magia del abuelo.
De aquel pueblo en cual un día, le dio con amor
a todos sus hijos buenos, a los que tanto el amo.
Y tantas veces repetía con orgullo y admiración.
Diciendo con mirada firme ellos son mi generación.
Cada libro puesto tenía un nombre claro gravado
con lo que contenía, todo muy bien relatado.
Se recreaba en el paisaje, en los relatos del pueblo.
Y en las bodas de las mozas y hasta en los forasteros.
Siempre hablando con cariño, con amor y con respeto.
Y leyendo sus aventuras se fue ganando a los nietos.
Fueron tomando vida aquellos relatos viejos, tan repletos.
Que las risas se escuchaban sonoras a pecho abierto-
Al son de aquella alegría y los padres acudieron.
Era tan grande su osadía, como el cariño del abuelo.
Y tratando de explicar lo que nombre no pusieron.
Solo decían mil veces, estos son. Los libros del abuelo.
Y el abuelo fue poeta y fue poeta el abuelo
Y dejo entre sus letras mil escritos repletos.
Los padres con gran asombro, no conocían aquello.
Miraban y aquellos ojos deslumbraban con brillo viejo-
Y ya se escucho a lo lejos como decía un hermano,
y que lo recojan todo, no hace falta que vendamos,
no precisamos dinero y si los mil cariños guardados
que les fue dejando el abuelo, aun en libros olvidados.
Y ya desde aquel día y se reúnen los hijos y nietos.
Recreándose con alegría de las andanzas de abuelo.
Lo que no pudo hacer en vida, ya lo hizo desde el cielo.
Que entre sus letras dejo, todo el cariño a los nietos---
Guardado entre libros viejos, quedo el gran amor del abuelo..
Para reunir a su gente que se alejó de su amado pueblo..
Autor-@- Francis Falcón..
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